Loro, es el nombre común que se aplica a unas 340 especies de aves de brillante colorido que incluye entre otros las cacatúas, los loritos, pericos, los agapornis, y los guacamayos.
Estas aves, pertenecen a la especie de aves psitácidas, y han sido mantenidas por el hombre como mascotas desde hace muchos siglos. Su gran inteligencia aunada a una gran belleza les han convertido en mascotas muy buscadas; además son muy activas, y con una necesidad de relación con el amo, que les hace competir con las mascotas más cariñosas. Los loros son animales muy emocionales y muchos de ellos, si no se les mantiene con más loros, necesitan algo con lo que relacionarse emocionalmente: el amo.
Son originarias de los trópicos y los subtrópicos, encontrándose especies de psitácidas en todos los continentes.
Las psitácidas se consideran a su vez divididas en familias o subfamilias, considerando que aún cuando la estructura básica del cuerpo es casi la misma para todos los loros, existe una gran diversidad en lo que concierne a los detalles al llevar a cabo sus análisis proteicos.
Durante muchos años ha florecido un gran negocio de exportación de loros a Europa, suficiente para hacer peligrar la continuidad de otras especies.
El tamaño de los loros varia mucho y va desde el lorito pigmeo cabeza azul de nueva Guinea, que mide
La principal característica que diferencia a estas aves del resto, es el sistema de articulación, en el cráneo, del pico, especialmente ganchudo, que poseen. Esto les permite descascarar el alimento y romper la corteza de los árboles en busca de insectos, etc., así como ayudarles a escalar como si se tratara de un tercer pie.
Otra característica distintiva es que poseen los llamados pies "zigodáctilos", que tienen el primer y cuarto dedo hacia atrás, lo que les permite abrazar ramas, coger objetos, etc. La lengua es gruesa y carnosa y en algunas especies se halla recubierta por unas papilas fibrosas parecidas a un cepillo, que facilitan el poder de lamer néctares, así como zumos de frutas y secreciones de los árboles.
Las alas suelen ser cortas, redondeadas y la cola puede ser bastante larga.
Esto provoca una forma de moverse y una expresividad muy peculiares que, junto con su gran inteligencia, hace a estos pájaros muy graciosos y divertidos como mascotas, además de la capacidad de algunas especies para imitar la voz humana y otros sonidos.
Si además de divertirnos jugando con el loro o viéndole hacer de las suyas, queremos un loro hablador, la cosa se complica, pues no todas las especies pueden hacerlo. Cierto es que de vez en cuando se oye hablar de alguien que tiene una especie de psitácido que en teoría es dificilísimo que hable (por no decir imposible) y te llega la noticia de que habla, o bien a menudo se da el caso de un loro de una especie extremadamente habladora, que luego resulta que no dice una palabra. Excepciones aparte, digan lo que digan no todas las especies tienen la misma capacidad para hablar, y si queremos un "charlatán", desde un primer momento debemos elegir un loro de entre las especies con más capacidad para hablar, como los yacos o los amazónicos de frente azul.
El gran talento que poseen para hablar sobre todo en las especies de mayor tamaño, es bien conocido, es decir que son capaces de repetir o imitar palabras del habla humana, así como su capacidad para silbar una tonada o melodía. Existen verdaderos artistas entre ellos capaces de adquirir un amplio vocabulario, y que llegan a decir frases enteras.
Muchas especies, pueden llegar a vivir muchas décadas, y eso puede ser otro problema si no se está dispuesto a proporcionarle "atención para siempre", pues lo normal es que uno de esos loros viva 50 o 60 años o más. Por lo tanto al decidir adoptar un loro como mascota, es necesario tomar en consideración este aspecto.
En definitiva, los loros son mascotas muy cariñosas y divertidas que pueden alegrar la vida a muchas personas. Del mismo modo, su cría puede resultar apasionante y es realmente satisfactorio lograrlo con muchas de las especies. Al momento de tener un loro, es necesario considerar, que no todo el mundo está en condiciones de mantener estos pájaros que requieren de la atención de su dueño. Un loro será compañía para toda la vida. ¿Qué ocurre si no prestas a uno de éstos loros la atención suficiente? En ocasiones se acostumbra a ello y se habitúa a vivir a su aire, pero la mayoría de las veces sufren profundas depresiones que les pueden provocar la muerte.